Resultaba agradable volver en coche al hotel a la caída de la tarde, con aquel mar de colores tan misteriosos como las ágatas y cornalinas de la niñez, verde como leche verde, azul como agua de lavar, oscuro como el vino. Resultaba agradable pasar ante la gente que comía al aire libre, ante la puerta de su casa, y oír las potentes pianolas ocultas tras las parras de los merenderos. Cuando doblaron la Corniche d'Or y llegaron al hotel de Gausse entre las hileras de árboles que se sucedían, en la creciente oscuridad, en múltiples tonalidades de verde, ya la luna asomaba tras las ruinas de los acueductos.
Suave es la noche, Francis Scott Fitzgerald.
Resulta también agradable volver a casa en bicicleta, comer al aire libre, aunque este tiempo cambiante arruine más de una salida.
Me encantan los bocadillos, desde los más sencillos y clásicos hasta esos que podemos ver en los blogs, de ingredientes especiales, mezclas imposibles, panes de lo más variado. Así que queda inaugurada la temporada del bocata y de las salidas con buen tiempo (y lo inauguro en un día bien gris)
Pan de tomillo.
Sobre una receta de panecillos de romero de Va de pan, hice unas pequeñas variaciones, unas por despieste (el aceite y la leche) y otras a propósito (tomillo en lugar del romero):
- 500 gr. de harina de fuerza.
- 1 y 1/2 cucharadita de levadura de pan en polvo.
- 1 cucharadita de sal.
- 1 cucharadita de azúcar.
- 350 ml. de agua.
- 1 cucharada sopera de aceite.
- tomillo.
Mezclamos los ingredientes secos y hacemos un volcán, en el cráter vertemos los líquidos y vamos amasando. Dejamos levar y doblar el volumen (una hora y media, dos). Retomamos la masa, damos forma a los panes, los pasamos un poco por un plato con tomillo, les damos un corte en la superficie y los colocamos sobre una bandeja de horno forrada con papel de hornear. Dejamos reposar una hora. Horneamos a 200º hasta que cojan calor, retiramos y dejamos enfriar sobre una rejilla.
Pimientos asados.
Cogemos unos pimientos rojos de piel tersa y brillante, que veamos carnosos y sin golpes. Los lavamos y secamos. Los colocamos en una fuente de horno o sobre la bandeja forrada con papel de aluminio. Rociamos con un chorro de aceite de oliva y salamos. Asamos a 170º hasta que se desinflen, arrugue la piel y cojan algo de color. A mitad del proceso les damos la vuelta. Cuando veamos que estén ( entre 20 minutos y media hora) los sacamos y dejamos enfriar antes de pelar. Los metemos en un tarro que cierre hermético y les añadimos el jugo que soltaron. Riquísimos en tostas, con unas anchoas, con queso en ensaladas, revueltos, con pasta...y en bocatas!
Pechugas de pollo escabechado.
- 3 pechugas de pollo.
- 1 hoja de laurel.
- unos 4 o 5 granos de pimienta negra.
- una cebolla cortada a la mitad.
- 1 zanahoria.
- unas hierbas aromáticas.
- 2 vasos de aceite y uno de vinagre.
En realidad podéis añadir otras verduras, hacerlo con otras carnes y variar la cantidad de aceite y vinagre, aunque la medida de base suele ser 2 de aceite por una de vinagre. Así el sabor es suave y no demasiado marcado a vinagre. El proceso es sencillo, el resultado muy rico y además muy práctico, tenemos pechuga de pollo que nos aguantará mucho tiempo en la nevera, y la vinagreta resultante será el aliño perfecto de ensaladas.
La cocción se hace en la olla a presión. La mía es una olla rápida y en cuanto suben dos rallitas apago el fuego y listo. Las conservo enteras en un tarro hermético y voy cortando según necesito.
Montamos el bocata, y aprovechamos el jugo de la pechuga para empapar un poco el pan antes de rellenar. Buscad un buen sitio al aire libre y ¡buen provecho!
Me encantan los bocadillos, desde los más sencillos y clásicos hasta esos que podemos ver en los blogs, de ingredientes especiales, mezclas imposibles, panes de lo más variado. Así que queda inaugurada la temporada del bocata y de las salidas con buen tiempo (y lo inauguro en un día bien gris)
Pan de tomillo.
Sobre una receta de panecillos de romero de Va de pan, hice unas pequeñas variaciones, unas por despieste (el aceite y la leche) y otras a propósito (tomillo en lugar del romero):
- 500 gr. de harina de fuerza.
- 1 y 1/2 cucharadita de levadura de pan en polvo.
- 1 cucharadita de sal.
- 1 cucharadita de azúcar.
- 350 ml. de agua.
- 1 cucharada sopera de aceite.
- tomillo.
Mezclamos los ingredientes secos y hacemos un volcán, en el cráter vertemos los líquidos y vamos amasando. Dejamos levar y doblar el volumen (una hora y media, dos). Retomamos la masa, damos forma a los panes, los pasamos un poco por un plato con tomillo, les damos un corte en la superficie y los colocamos sobre una bandeja de horno forrada con papel de hornear. Dejamos reposar una hora. Horneamos a 200º hasta que cojan calor, retiramos y dejamos enfriar sobre una rejilla.
Cogemos unos pimientos rojos de piel tersa y brillante, que veamos carnosos y sin golpes. Los lavamos y secamos. Los colocamos en una fuente de horno o sobre la bandeja forrada con papel de aluminio. Rociamos con un chorro de aceite de oliva y salamos. Asamos a 170º hasta que se desinflen, arrugue la piel y cojan algo de color. A mitad del proceso les damos la vuelta. Cuando veamos que estén ( entre 20 minutos y media hora) los sacamos y dejamos enfriar antes de pelar. Los metemos en un tarro que cierre hermético y les añadimos el jugo que soltaron. Riquísimos en tostas, con unas anchoas, con queso en ensaladas, revueltos, con pasta...y en bocatas!
Pechugas de pollo escabechado.
- 3 pechugas de pollo.
- 1 hoja de laurel.
- unos 4 o 5 granos de pimienta negra.
- una cebolla cortada a la mitad.
- 1 zanahoria.
- unas hierbas aromáticas.
- 2 vasos de aceite y uno de vinagre.
En realidad podéis añadir otras verduras, hacerlo con otras carnes y variar la cantidad de aceite y vinagre, aunque la medida de base suele ser 2 de aceite por una de vinagre. Así el sabor es suave y no demasiado marcado a vinagre. El proceso es sencillo, el resultado muy rico y además muy práctico, tenemos pechuga de pollo que nos aguantará mucho tiempo en la nevera, y la vinagreta resultante será el aliño perfecto de ensaladas.
La cocción se hace en la olla a presión. La mía es una olla rápida y en cuanto suben dos rallitas apago el fuego y listo. Las conservo enteras en un tarro hermético y voy cortando según necesito.