miércoles, 12 de febrero de 2014

Crema de coliflor con huevo "poché".

14 East 95th Street
25 de febrero 1951

Paso muy buenos ratos estudiando el catálogo: lo despliego sobre la alfombra y me pongo a debatir conmigo misma las ventajas relativas al lote 105 (que incluye ua docena de huevos y una lata de galletas dulces) y los del lote 217B (dos docenas de huevos, pero SIN galletas). A mí no me gustan los que solo incluyen una docena de huevos, porque...¿qué son dos simples huevos por persona para llevarlos a casa? Pero Brian dice que los huevos en polvo saben a cola de pegar. Así que es un verdadero problema.

84, Charing Cross Road. Helene Hanff.



No puedo imaginar cómo serán esos huevos en polvo...

Reencontré a María después de algunos años y así supe del proyecto que hace unos meses empezó junto a un compañero, Sondacasa, cultivo ecológico a la otra orilla de la ría, en Iramola, Castropol. En diciembre perdieron a causa del mal tiempo el invernadero y parte de la producción, que en invierno ya es de por si más limitada. El tiempo en el Norte no nos está dando tregua. Sin embargo, aunque los productos invernales pueden resultar menos atractivos aseguras que están en su mejor momento, además de fomentar un cultivo respetuoso con el medio y favorecer la producción de nuestros agricultores locales.
No hace mucho estuve comiendo en un sitio que me gusta mucho en Avilés, "El llamber" que ahora podéis encontrar también en Barcelona. El menú degustación de diario consta de cinco pequeñas propuestas más un "momento dulce". La segunda de estas propuestas fue una crema de coliflor con un huevo poché en "dos texturas". Simplificando el proceso lo recreo aquí, porque me pareció que el huevo enriquecía y cambiaba completamente la crema de la muy a menudo odiada coliflor.

Ingredientes:

- una coliflor no demasiado grande.
- un huevo por comensal.
- especias y sal al gusto ( yo sigo probando las sales especiadas que me regalaron, en este caso con un toque de chile)
Cocemos la coliflor en agua con sal, escurrimos y trituramos. El resultado es una crema bien fina.
En un cuenco pequeñito cubieto con papel plástico de cocina cascamos el huevo con delicadeza y cerramos el paquetito. En agua hirviendo colocamos nuestro envoltorio y cuando la clara se ponga blanca retiramos. Abrimos con cuidado y colocamos sobre la crema. Podemos acompañar de un crujiente de parmesano o unos "panes galleta".
Y de huevos en polvo ¡nada de nada!