En Noruega hay un fiordo -o brazo de mar largo y estrecho entre las montañas- llamado de Berlevaag. Al pie de las montañas, el pequeño pueblecito de Berlevaag parece de juguete, una construcción de pequeños tacos de madera pintados de gris, amarillo, rosa y muchos otros colores.
El festín de Babette. Isak Dinesen.
El antiguo Casino de Castropol, edificio que alberga la Biblioteca Pública Menéndez Pelayo.
L'arte rinnova il popolo e ne rivela la vita (el arte renueva al pueblo y revela la vida de éste), reza la inscripción en el friso de un edificio maravilloso, el Teatro Massimo de Palermo. La historia de la Biblioteca Pública de Castropol parece crecer siguiendo ese lema. Su bibliotecaria, encantadora, recoge un legado de amor al conocimiento y fomento y difusión de la cultura, no puedo imaginar una continuidad mejor para el que fue un proyecto revolucionario de generosidad y amor hacia los libros.
Cuando la conocí me invitó e participar en la última sesión de su Club de lectura para hablar de "El festín de Babette" , de gastronomía, libros y literatura, y compartir una tarde que promete ser especial.
Quien se pase estos días por la biblioteca encontrará una muestra de volúmenes cuyas historias se desarollan "entre fogones".
Quien se pase estos días por la biblioteca encontrará una muestra de volúmenes cuyas historias se desarollan "entre fogones".
Se está convirtiendo en una costumbre, cuando me invitan a algún sitio, el llevar unos profiteroles. En un ensayo previo hice estos con crema de café pero al final me decidí por la versión salada..
Desde aquí mi agradecimiento a Manoli, su bibliotecaria (mi mejor descubrimiento de este año), y a los integrantes del club por permitirme compartir con ellos la última sesión de este curso.
Aquí tenéis para la receta de la masa.
Crema de café para el relleno:
- 1 huevo.
- 3 yemas.
- 1/2 l. de leche.
- 2 cucharadas de Maicena.
- 15 gr. de harina de trigo.
- 90 gr. de azúcar.
- 1 tacita de café puro.
Mezclamos las harinas, el azúcar y añadimos un poco de leche para disolver. Integramos los huevos y batimos todo bien. Ponemos el resto de la leche a hervir y cuando llegue a ebullisión anadimos la crema. Removemos y volvemos a llevar a ebullisión, momento en el que habrá cogino la densidad e de una crema.
Dejamos templar.
Rellenamos nuestros profiteroles y espolvoreamos con azúcar en polvo.
In Cucina que alegría verte!! me ha encantado tu post!! Castropol es una preciosidad, bsss
ResponderEliminarque maravilla de entrada!! me encanta todo!! esa cremita de cafe tiene que estar divina! enhorabuena! :)
ResponderEliminarQue maravilla siempre disfrutar de tus pasajes, y tu cocina.
ResponderEliminarBesos.
Wouw quelle delice j'adore
ResponderEliminarLos profiteroles fantásticos, ese lugar entre Asturias y Galicia es un paraiso y El festín de Babette... lo he leído en novela gráfica y me pareció genial!
ResponderEliminarUn tarde muy especial la que pasamos contigo Paloma. Muchas gracias por compartir con nosotros tu trabajo y tu pasión por la literatura y la cocina. Seguro que repetimos¡¡¡Un beso. Manoli Busto.
ResponderEliminarBiblioteca "Menéndez Pelayo" de Castropol.