martes, 28 de mayo de 2013

Profiteroles con crema de café

En Noruega hay un fiordo -o brazo de mar largo y estrecho entre las montañas- llamado de Berlevaag. Al pie de las montañas, el pequeño pueblecito de Berlevaag parece de juguete, una construcción de pequeños tacos de madera pintados de gris, amarillo, rosa y muchos otros colores.

El festín de Babette. Isak Dinesen.



Entre Asturias y Galicia hay una ría, una lengua de mar apacible que abre un camino entre las montañas y el mar. Como un casco de barco aflora Castropol, tan blanco e impoluto en medio de toda esa agua. Algunas mañanas tiene que arañar la niebla para hacer acto de presencia, que tal parece un pueblo fantasma o al menos, producto de una imaginación con tendencia a la nostalgia y apego a la belleza.


El antiguo Casino de Castropol, edificio que alberga la Biblioteca Pública Menéndez Pelayo.

L'arte rinnova il popolo e ne rivela la vita (el arte renueva al pueblo y revela la vida de éste), reza la inscripción en el friso de un edificio maravilloso, el Teatro Massimo de Palermo. La historia de la Biblioteca Pública de Castropol parece crecer siguiendo ese lema. Su bibliotecaria, encantadora, recoge un legado de amor al conocimiento y fomento y difusión de la cultura, no puedo imaginar una continuidad mejor para el que fue un proyecto revolucionario de generosidad y amor hacia los libros.
Cuando la conocí me invitó e participar en la última sesión de su Club de lectura para hablar de "El festín de Babette" , de gastronomía, libros y literatura, y compartir una tarde que promete ser especial.
Quien se pase estos días por la biblioteca encontrará una muestra de volúmenes cuyas historias se desarollan "entre fogones". 
Se está convirtiendo en una costumbre, cuando me invitan a algún sitio, el llevar unos profiteroles. En un ensayo previo hice estos con crema de café pero al final me decidí por la versión salada..
Desde aquí mi agradecimiento a Manoli, su bibliotecaria (mi mejor descubrimiento de este año), y a los integrantes del club por permitirme compartir con ellos la última sesión de este curso.
 Aquí  tenéis para la receta de la masa.

Crema de café para el relleno:
- 1 huevo.
- 3 yemas.
- 1/2 l. de leche.
- 2 cucharadas de Maicena.
- 15 gr. de harina de trigo.
- 90 gr. de azúcar.
- 1 tacita de café puro.

Mezclamos las harinas, el azúcar y añadimos un poco de leche para disolver. Integramos los huevos y batimos todo bien. Ponemos el resto de la leche a hervir y cuando llegue a ebullisión anadimos la crema. Removemos y volvemos a llevar a ebullisión, momento en el que habrá cogino la densidad e de una crema.
Dejamos templar.
Rellenamos nuestros profiteroles y espolvoreamos con azúcar en polvo.