Paulino Castro se encogió de hombros. Respondió:
- Tal vez miedo. Salir de una capa y entrar en otra da mala suerte.
- de mala suerte- dijo agriamente Orozco-, es estar toda la vida en la mar.
(...) Celso comenzó a tomar la comida.(...)
Se estaba limpiando la cuchara con un trapo.
-¿Qué hay por el puente?- preguntó.
- Malos tiempos desde el norte hasta el Cantábrico -dijo Celso; luego fue lacónico a imitación del patrón de pesca.
En la cocina se guardó silencio.
Gran Sol. Ignacio Aldecoa.
Días de marejada a fuerte marejada.
Los berberechos son para mí como meter una cucharada de mar en la boca, el único problema es que esa cucharada puede venir también cargadita de arena. Las legumbres con marisco son además una combinación perfecta, con langostinos, almejas, con mejillones, con unas andaricas (ñoclas)...Ricos y sobre todo muy fáciles de preparar (bendita olla rápida).
- 500 gr. de garbanzos.
- 1 sobre de azafrán en polvo y otro en hebras (éste para la presentación).
- 500 gr. de berberechos (los tenemos unas horas en agua con sal que vamos cambiando para que suelten la arena)
- sal.
- 1 cebolla.
- agua (si tenemos caldo de pescado o marisco perfecto)
Dejamos los garbanzos la noche anterior a remojo. Los cocinamos en dos tiempos, primero les doy un golpe de olla cociéndolos en abundante agua (o caldo de pescado) con sal.
Mientras tanto pico la cebolla y la paso por la sartén con un fondo de aceite. Cuando la cebolla esté hecha le añadimos un cucharón del agua de la cocción de los garbanzos, le añadimos el azafrán en polvo y dejamos reducir un poco. Si os gusta un poco más espeso es el momento de añadir un poco de harina o maicena. Volcamos el contenido de la sartén en la olla y le damos otra cocción. Se trata de que en la primera el garbanzo absorba el agua y rompa un poco la dureza y en la segunda que queden ya más mantecosos.
Abrimos los berberechos al vapor y los añadimos al potaje. Si utilizamos almejas o estamos 100% seguros de que los berberechos no llevan arena lo ideal es abrirlos en la sartén con la cebolla y el azafrán y así aprovechar los jugos que sueltan los bivalvos.
Para presentar decoramos con unos hilos de azafrán sobre cada ración.