martes, 26 de junio de 2012

Erbazzone reggiano.

Non si ha idea di quante siano le erbe che si possono mangiare, quasi tutte in realtà. Io le conoscevo già un poco per averle colte quando ero bambina ma avevo quasi del tutto dimenticato i nomi e le specie. Luisa, la moglie di Paride, mi accompagnò la prima volta per istruirmi; e così, ben presto, ero diventata brava quanto i contadini e conoscevo le varie specie di cicoria una per una, di nome e di forma. Ricordo alcune, soltanto: il crispigno, che in città si chimava crescione, con le foglie e i gambi teneri e dolci, di un verde scuro; la caccialepre, che si trova tra i sassi delle mecere, di un verde quasi azzurro, con le foglie sottili, lunghe e carnose; la quaiozza che un'erba piatta con quattro o cinque foglie schiacciate sul solo, pelose, verdi e gialle; la cicoria vera e propia, con lunghi gambi e foglie dentate e appuntite; la rughetta; la mentuccia; la nepitella e non so quante altre ancora.

La Ciociara, Alberto Moravia.


Este año empecé el Club di lettura con mis alumnos homenajeando a  Calvino y lo cerré con Moravia. Ha sido un curso muy especial, gracias entre otras cosas a ese espacio compartido que hemos logrado crear, en el que bastan un puñado de libros, una merienda y mucho entusiasmo para construir algo único. Recientemente acudí a un encuentro entre profesores, alumnos y padres, entre otros, de todos los clubes de lectura repartidos por los centros educativos de Galicia (más de tres mil personas implicadas en este maravilloso proyecto), fue emocionante y conmovedor. Pero me quedo con las palabras de una niña que tras explicar lo que para ella había supuesto formar parte de uno de estos grupos, sentenció: esto nos da esperanza. Hice el viaje de vuelta pensando que ante los reveses que la comunidad educativa estamos sufriendo debería quedarme con eso, me lo pienso repetir en las horas bajas, que os puedo asegurar que son menos que las de una inmensa satisfacción.
Para hablar de esta magnífica novela de Moravia hicimos una comida de "hasta pronto", y mi aportación fue un erbazzone reggiano con algunos de los productos de los que se hablan tanto en la novela, las hierbas y la harina.


Ingredientes para la masa:

- 500 gr. de harina.
- 60 gr. de mantequilla.
- un puñado de sal.
- 1 vaso de agua con gas.

Hacemos un volcán con la harina e introducimos en el centro la mantequilla fría y en trozos. Espolvoreamos con la sal y vamos añadiendo agua y amasando hasta conseguir una masa brillante y húmeda pero que no se pega a las manos. Introducimos en un recipiente, cubrimos con film y dejamos reposar una media hora.

El relleno.

Como apunta "la ciociara" la vida en el campo, y también las estrecheces económicas, agudizaron el ingenio de las cocineras, racionar los quesos y las carnes, aprovechar los restos, salvar de la humedad y de los roedores los alimentos, conservar fuera de temporada...y por supuesto, aprovechar lo que el campo ofrecía. L'erbazzone tradicional reggiano se hacía con acelgas, panceta, ajo, perejil y queso. A mayor variedad de verduras pues más posibilidades. Cambié las acelgas por espinacas y las pasé por la sartén tras dorar en ella una cabeza de ajo y la panceta. Añadí queso padano rallado y rellené el molde. Sellé y pinché con un tenedor (ya veis que no soy muy hábil con las manos, iré aprendiendo) y barnicé con huevo batido.Éste que veis lo hice con la mitad de la masa, la otra mitad al congelador, a ver qué tal aguanta la prueba.Horneamos a 200º hasta que coja color... e pronto!!

Con la película basada en La ciociara y dirigida por Vittorio de Sica, la Loren ganaba el Oscar a la mejor actriz en 1962. Cada vez que este hombre la hacía subírse a un tren, era un estrujarse el alma...

 La ciociara, Vittorio de Sica.


I girasoli, Vittorio de Sica.

4 comentarios:

  1. maravillosa y evocadora entrada ¡qué riqueza de la lengua italiana¡

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  2. Cómo he disfrutado esta entrada, madre mía.
    Cómo se echa de menos Italia, y qué bueno es leerte. Qué poco tan, tan bueno como tu casa hay en este mundo blog...

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  3. Eso, si que es un homenaje, el de Calvino me refiero.

    "De dos manera se llega a Despinia: en barco o en camello. La ciudad es diferente para el que viene por tierra y para el que viene del mar"

    No entiendo aún, como nadie al más puro estilo Tim Burton, ha llevado al cine Las Ciudades Invisibles...

    Un buen desayuno el de hoy, primero por recordar a Calvino y Moravia, después por ese erbazzone, que he mojado virtualmente, en este té, hoy frío y finalmente por esos dos vídeos. Que grande De Sica y que grandes películas, sobre todo Los Girasoles.
    Has hecho pleno al 10 con esta entrada.
    Al igual que vos sois responsable de mi nueva búsqueda de citas, Calvino lo es, desde la primera vez que leí sus Ciudades, cuándo uno era más joven y con menos canas, en mi eterna búsqueda de Despinia, Diomira, Isidora, Dorotea, Zaira o Anastasia, aquella ciudad bañada por canales concéntricos y sobrevolada por cometas... alguna de ellas, las he encontrado.
    Hoy, el día será diferente.

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  4. impresionante entrada, gracias por hacernos disfrutar tanto, bsss

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