Hace un frío espantoso, -18º bajo cero, y está nevando. En el idioma que ya ha dejado de ser el mío, este tipo de nieve se llama qanik: grandes cristales, casi ingrávidos, que caen en forma de copos cubriendo el suelo con un suave manto de escarcha en polvo.
Por primera vez observo con atención el ataúd. Es hexagonal. Los cristales de hielo adoptan, en ciertos momentos, esa forma. Ahora depositan su cuerpo en tierra. El ataúd es de madera oscura. Es tan pequeño que ya lo cubre una capa de nieve. los copos son grandes como pequeñas plumas y, de hecho así es la nieve; no tiene por qué ser fría. Lo que en realidad está pasando es que el espacio celeste está llorando a Isaías y las lágrimas se convierten en plumones de escarcha que se posan sobre él. Es el universo que así lo arropa con un edredón para que nunca más vuelva a tener frío.
La señorita Smila y su especial percepción de la nieve. Peter Hoeg.
Nevaba en Berlín hace un año y a la salida de un cine descubrí la perfecta y frágil forma de un copo de nieve. Julia entonces vivía allí y esta es la foto que hizo de uno de esos copos en su ventana.
Ingredientes
- 200 gr. de harina.
- 250 ml. de leche.
- 2 huevos.
- ralladura de limón.
- un pellizco de sal.
- azúcar ne polvo para espolvorear.
- abundante aceite para freír.
Mezclamos bien los huevos ligeramente batidos con la leche y la ralladura de limón. Añadimos la harina poco a poco y el pellizco de sal.
Dejamos reposar unos 15-20 minutos.
Para freír nuestras flores es necesario un molde especial, éste tiene que calentarse con el aceite para que luego se nos desprendan las flores con facilidad, aún así yo tengo que desechar las tres primeras siempre y para liberar el resto ayudo un poco con una cucharilla.
Una vez tengamos el aceite bien caliente, hundimos el molde en la masa unos segundos. Freímos en abundante aceite que tiene que estar muy caliente. Si el frío aprieta un chocolate bien caliente es el acompañamiento perfecto.
Una vez tengamos el aceite bien caliente, hundimos el molde en la masa unos segundos. Freímos en abundante aceite que tiene que estar muy caliente. Si el frío aprieta un chocolate bien caliente es el acompañamiento perfecto.
la foto de la ventana me apasiona y Berlin, más.me encantan estas flores, ¿donde se puede comprar el molde? ¿tienes idea? bssss
ResponderEliminar¡Hola Marga! si estás por Tapia acércate a la ferretería Morán en Ribadeo, yo compré el mío allí el año pasado. Te recomiendo unos que vienen en metal recubierto antiadherente. ¡Ya me contarás!
EliminarVer nevar da paz. Bonita foto, bonito fragmento y bonitas flores!
ResponderEliminarEstoy de acuerdo con Marga. Es una foto preciosa y la pasta queda espectacular. Lástima no tener molde...
ResponderEliminarBesos
Unas flores muy bonitas te han quedado.
ResponderEliminarYo nose donde coprar el gancho para hacer las flores jii.
Un besín.
Preciosas!!! Tengo muchas ganas de probarlas pero para ello necesitaría comprarme el molde y llega un momento en que dices... Basta! al final saldré yo de la cocina para que entren todos los trastillos de cocina ;). Besos.
ResponderEliminarLas voy a hacer ahora mismo con Madre. Tienen muy buena pinta! A mie encanta cocinar y esta receta me parece muy fácil de hacer.
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