En las alfombras ante nosotros, toda una panoplia de manjares orientales: pasteles de miel, fruta confitada, cordero asado y arroz con pollo y pasas. (...) Admiré, como tantas otras veces, la elegancia de mi padre y de mi tío. Sin mover siquiera la mano izquierda partían las tortas de pan, formaban un cucurucho, lo llenaban de carne y se lo llevaban a la boca, con perfecta soltura mi tío metía tres dedos de la mano derecha en el humeante y grasiento plato de arroz, tomaba un montoncito, lo aplastaba en forma de bola, y se la comía sin dejar caer ni un granito de arroz. Dios mío, lo orgullosos que están los rusos de su arte de comer con cuchillo y tenedor, si hasta el más tonto lo aprende en un mes. Yo manejo bien el cuchillo y el tenedor y sé cómo comportarme en la mesa de los europeos. Pero aunque tengo ya dieciocho años sigo siendo incapaz de comer con la elegancia de mi tío, que con tres dedos de la mano derecha dan cuenta de la larga ristra de platos orientales sin ni siquiera mancharse la palma de la mano.
Alí y Nino. Kurban Said.
Me encanta comer con las manos, eso sí, lo hago de una forma mucho menos elegante que el padre y el tío de Alí. Me gustan especialmente los puestos de comida callejeros, piazza al taglio, empanadillas, panes, tartas saladas, Kebaps... En Sicilia, como por otra parte en Italia y por todo el Mediterráneo, hay una gran variedad de propuestas a la hora de picotear por la calle. Sin duda mis preferidas son las arancini o arancine (según la zona), unas grandes bolas de arroz al azafrán rellenas de ragù al sugo y queso fondente, rebozadas y fritas. Su forma puede ser la de una naranja (arancia) o en forma de pera. El relleno de ragù es el clásico, pero podemos encontrar arancini de espinacas, de jamón... En Roma también existe algo muy parecido, los supplì di riso, de menor tamaño que los arancini sicilianos.
Y para acompañar y aunque no haga precisamente calor por el norte, un ajo blanco bien fresco.
Ingredientes para los "arancini" (me salieron 7 siete del tamaño de una naranja):
- 500 gr. de arroz redondo.
- 1l. aproximadamente de agua.
- un puñado de sal.
- 1 sobre de azafrán.
- 150 gr. de queso en polvo.
- 3 yemas de huevo.
- 2 huevos batidos y pan rallado para empanar.
Para el relleno ragù:
- 150 gr. de carne picada (mezcla de ternera y cerdo).
- 1/2 vaso de vino tinto.
- 1/2 cebolla.
- sal y pimienta.
- 1/2 vaso de concentrado de tomate.
- queso que funda bien en dados, yo utilicé un fantástico queso gallego de Arzúa- Ulloa.
En primer lugar preparamos el arroz y así mientras éste enfría prepararemos la carne.
Ponemos el agua a hervir en una cazuela. Cuando llegue a ebullición le echamos un puñado de sal y esperamos que recobre el hervor antes de añadir el arroz. Dejamos que el arroz se haga removiendo de vez en cuando y añadiendo agua si fuera necesario. El punto de cocción será cuando esté blando y no quede agua, tiene que soltar bien todo el almidón, por eso se recomienda un arroz redondo o tipo bomba. Añadimos disuelto en un poquito de agua el azafrán, removemos bien y añadimos el queso en polvo. Mezclamos bien todo y añadimos las yemas de huevo removiendo y evitando que se nos cocinen. Extendemos el arroz en una fuente y dejamos que enfríe.
Salpimentamos la carne picada y la pasamos por la sartén con la cebolla bien picada. Dejamos que se haga bien. Añadimos el vino y dejamos que se evapore el alcohol y reduzca. Añadimos el concentrado de tomate. Dejamos que amalgame todo bien y reservamos.
Para montar nuestros arancini cogeremos en la palma de la mano un poco de la pasta de arroz aplastada, cubriendo bien la palma de la mano y convándola un poco, dejando así un hueco o pozo en el centro. Colocamos en este hueco uno o dos cubitos de queso y un par de cucharas de ragù. Con la otra mano cogemos otro tanto de pasta de arroz, la colocamos encima de la otra, tapando y formando con cuidado un bola en cuyo interior quedará el relleno. Una vez moldeadas todas las bolas , las pasamos por el huevo batido y por el pan rallado. Las freímos en una cazuela llena de aceite bien caliente y retiramos sobre papel absorbente.
El comisario Montalbano siente debilidad por estos bocados de arroz y Timoteo, el protagonista de Non ti muovere, acudía a Italia, que se los tenía preparados cuando éste daba la espalda a su mundo para perderse en los bajos fondos. Pero para ragù, ragù, el de la Loren:
Alí y Nino. Kurban Said.
Y para acompañar y aunque no haga precisamente calor por el norte, un ajo blanco bien fresco.
Ingredientes para los "arancini" (me salieron 7 siete del tamaño de una naranja):
- 500 gr. de arroz redondo.
- 1l. aproximadamente de agua.
- un puñado de sal.
- 1 sobre de azafrán.
- 150 gr. de queso en polvo.
- 3 yemas de huevo.
- 2 huevos batidos y pan rallado para empanar.
Para el relleno ragù:
- 150 gr. de carne picada (mezcla de ternera y cerdo).
- 1/2 vaso de vino tinto.
- 1/2 cebolla.
- sal y pimienta.
- 1/2 vaso de concentrado de tomate.
- queso que funda bien en dados, yo utilicé un fantástico queso gallego de Arzúa- Ulloa.
En primer lugar preparamos el arroz y así mientras éste enfría prepararemos la carne.
Ponemos el agua a hervir en una cazuela. Cuando llegue a ebullición le echamos un puñado de sal y esperamos que recobre el hervor antes de añadir el arroz. Dejamos que el arroz se haga removiendo de vez en cuando y añadiendo agua si fuera necesario. El punto de cocción será cuando esté blando y no quede agua, tiene que soltar bien todo el almidón, por eso se recomienda un arroz redondo o tipo bomba. Añadimos disuelto en un poquito de agua el azafrán, removemos bien y añadimos el queso en polvo. Mezclamos bien todo y añadimos las yemas de huevo removiendo y evitando que se nos cocinen. Extendemos el arroz en una fuente y dejamos que enfríe.
Salpimentamos la carne picada y la pasamos por la sartén con la cebolla bien picada. Dejamos que se haga bien. Añadimos el vino y dejamos que se evapore el alcohol y reduzca. Añadimos el concentrado de tomate. Dejamos que amalgame todo bien y reservamos.
Para montar nuestros arancini cogeremos en la palma de la mano un poco de la pasta de arroz aplastada, cubriendo bien la palma de la mano y convándola un poco, dejando así un hueco o pozo en el centro. Colocamos en este hueco uno o dos cubitos de queso y un par de cucharas de ragù. Con la otra mano cogemos otro tanto de pasta de arroz, la colocamos encima de la otra, tapando y formando con cuidado un bola en cuyo interior quedará el relleno. Una vez moldeadas todas las bolas , las pasamos por el huevo batido y por el pan rallado. Las freímos en una cazuela llena de aceite bien caliente y retiramos sobre papel absorbente.
El comisario Montalbano siente debilidad por estos bocados de arroz y Timoteo, el protagonista de Non ti muovere, acudía a Italia, que se los tenía preparados cuando éste daba la espalda a su mundo para perderse en los bajos fondos. Pero para ragù, ragù, el de la Loren:
QUESTO FINE SETTIMANA LA FARÒ!! MMMMM!!! HO VOGLIA DI MANGIARE GIÀ QUESTE ARANCE PER CENA!!
ResponderEliminarLa idea de acompañarlos de ajo blanco me ha gustado muchisimo. No los he hecho nunca y me llama la atención el tamaño de las bolas, como naranjas!, deliciosas sin duda alguna.
ResponderEliminarBuen fin de semana
me parece una idea estupenda, me gusta mucho el arroz y el ragú con el queso ni te cuento, me encanta la receta, bsss
ResponderEliminarQué rico el toque del ajito, los arancini me encanta y con ese relleno quedan de muerte.
ResponderEliminarTus fragmentos del principio siempre me atrapan, gracias. Besos
Que maravilla te han quedado!!!. Me gustan muchísimo. tienen una pinta bárbara!!!. Besos
ResponderEliminarQue sabio Montalbano!! y que auténticos tus ragú. Cualquiera discute de cocina con la Loren....
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