Terminado de leer el periódico, la segunda taza de café y el Kalach con mantequilla, Esteban Arkadievich se levantó, se limpió las migas que le cayeron del chaleco y, sacando mucho el pecho, sonrió jovialmente, no como reflejo de su estado de espíritu, sino con el optimismo de una buena digestión.
Pero aquella sonrisa le recordó de pronto su situación, y se puso serio y reflexionó.
Ana Karenina. Leon Tolstoi.
Este pan que se consume en los países del este (la red está llena de estos panes en versiones dulces y saladas pero de traducción imposible) y Arkadievich tomaba plácidamente por las mañanas acompañado de mantequilla en la vieja Rusia, puede tener formas asombrosas, imposibles trenzados de masa que dan como resultado panes preciosos. A la vista está que no fue el caso, la facilidad con la que esta masa se trenzaba en Youtube fue en mi cocina toda una aventura. Eso sí, las cosas no quedarán así y seguiré insistiendo. Además siempre queda el consuelo que una cosa es el aspecto y otra el sabor, y saber sabía muy rico. Curiosa también la semejanza de elaboración y también de nombre entre este pan y el challah hebreo, del que Natalia Ibiricu me pasó la receta y que pronto haré.
Ingredientes para el prefermento:
-125 ml. de leche tibia.
- 13 gr. de levadura (algo más de la mitad de un cubito de los que se comercializan de 25 gr.)
- 3 cucharadas soperas de harina.
Disolvemos en la leche tibia las tres cucharadas de harina y la levadura desmigada. Dejamos doblar el volumen unos 30-40 minutos.
Resto de la masa:
- 250 gr. de harina (de los que restamos las cucharadas para el prefermento)
- 50 gr. de azúcar.
- 60 gr. de mantequilla que utilizaremos fundida.
- 1 huevo.
Batimos el huevo, el azúcar y la mantequilla fundida hasta que empiecen a coger densidad. Añadimos el prefermento y vamos amasando y añadiendo poco a poco el resto de la harina. tenemos que tener cuidado con no excedernos en el uso de la harina, la masa se agrietará a la hora de hacer los palotes con los que formaremos la trenza. La cubrimos de film transparente y dejamos que doble de volumen (una hora y media aprox.)
Recuperamos la masa para trenzar, aquí os dejo estos enlaces para que veáis la destreza de algunos a la hora de modelar estos panes: este trenzado ni lo intenté, este otro parece más sencillo de recordar y por último este otro. Hay algo que me gustaría más que conseguir la trenza, poder entender estas lenguas eslavas. Il mondo è grande e vario que dicen los italianos, el mundo es grande y variado, un privilegio del que dederíamos aprender a disfrutar.