miércoles, 27 de julio de 2011

Pannacotta de J. Martí.

                                                                      
   Cultivo una rosa blanca
   en junio como en enero
   para el amigo sincero
   que me da su mano franca.

   Y para el cruel que me arranca
   el corazón con que vivo,
   cardo ni ortiga cultivo,
   cultivo la rosa blanca.

   José Martí, Poesías.




Deberíamos desgranar estos versos como las cuentas de un rosario, ante la mirada ofensiva del de al lado, la impertinencia del de enfrente, el desafío constante de algunos, las voces airadas de otros... rosas blancas, versos y bocados dulces para todos.



Ingredientes:

- 1/2 litro de nata líquida.
- una vaina de vainilla.
- 150 gr. de azúcar.
- 3 hojas de gelatina neutra.


Elaboración:

En agua fría dejamos reblandecer la gelatina durante unos quince minutos.
En un cazo ponemos a calentar la nata, con la rama de vainilla (le damos un corte a lo largo con la punta de un cuchillo para que libere el aroma) y el azúcar sin dejar de remover con una cuchara de madera. Cuando esté bien disuelto el azúcar, retiramos la vainilla y añadimos las hojas de gelatina; removemos hasta que se integren completamente en la mezcla. Todo este proceso se hará a temperatura alta pero sin llegar a hervir.
Rellenamos nuestros moldes o flaneras y dejamos templar. Cuando estén fríos metemos en la nevera. Lo ideal es prepararlos la noche anterior para que cuajen bien.




La pannacotta se suele servir con caramelo, chocolate o un culis de frutas.





2 comentarios:

  1. No soy yo muy de pannacotta, y mira que le doy continuas oportunidades, pero no acaba de convencerme el sabor un poco sosaina que tiene... si la acompañamos de alguna salsa entonces sí.
    Ahora, bonita lo es, y mucho :)

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  2. Me gusta el molde que has escogido para presentarla y por supuesto los versos.
    Un besote

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