Cosimo era sull'elce. I rami si sbracciavano, alti ponti sopra la terra. Tirava un lieve vento; c'era sole. Il sole era tra le foglie , e noi per vedere Cosimo dovevamo fare schermo con la mano. Cosimo guardava il mondo dall'albero: ogni cosa, vista da lassù, era diversa, e questo era un grande divertimento. Il viale aveva tuta un'altra prospettiva, e le aiole, le ortensie, le camelie, il tavolino di ferro per prendere il caffè in giardino. Più in là le chiome degli alberi si sfittivano e l'ortaglia digradava in piccolo campo a scala, sostenuti da muri di pietre; il dosso era scuro di olivetti, e, dietro l'abitato d'Ombrosa sporgeva i suoi tetti di mattone sbiadito e ardesia, e ne spuntavano pennoni di bastimenti, là dove sotto c'era il porto. In fondi si stendeva il mare, alto d'orizzonte, ed un lento veliero vi passava.
Italo Calvino, Il barone rampante.
Cosimo abandonó la mesa dejando su plato sin terminar. Sin más explicaciones se subió a un árbol del jardín y decidió no volver a bajarse. Hay momentos en los que dan ganas de trepar hasta la copa de un árbol, buscar una perspectiva que te permita ver la amplitud de las cosas, alejarse lo suficiente para que el ruido se vuelva sólo un murmullo lejano.
La figal de San Martín es un testigo mudo de mil escenas de la vida familiar, ya estaba allí cuando todos llegamos y allí sigue aunque muchos ya no estén. Me dejé las rodillas intentando escalarla de pequeña pero ahora me limito a zarandear las ramas cuando llegan estas fechas, recogiendo los figos miguelinos de septiembre.
Estas semanas se han publicado muchas recetas con higos, Salomé en su repaso por las favoritas de la semana, da cuenta en su Bloc de recetas de algunas de ellas. Yo llego un poco tarde, y como estoy probando con las mermeladas me decidí a llenar unos cuantos tarros. Así que esta primera receta será sólo de la mermelada y una propuesta de dulce rápido como postre o como desayuno acompañada de queso fresco y unas nueces. Me habían hablado mucho de un queso fresco de la marca del Hacendado 0% graso, lo probé y ahora siempre tengo un tarro en la nevera. En los próximos días colgaré una propuesta salada y otra dulce con la mermelada de higos.
Para la mermelada.
- 1 Kg. de pulpa de higos maduros.
- 400 gr. de azúcar.
- jugo de medio limón.
Colocamos en una cacerola capas de pulpa y azúcar y regamos con el jugo de limón. Hacemos a fuego vivo hasta conseguir el punto de mermelada (casi dos horas) y removiendo con una cuchara de madera. Envasamos en tarros esterilizados (seguí el mismo proceso que con la mermelada de arándanos).
Cosimo abandonó la mesa dejando su plato sin terminar. Sin más explicaciones se subió a un árbol del jardín y decidió no volver a bajarse. Hay momentos en los que dan ganas de trepar hasta la copa de un árbol, buscar una perspectiva que te permita ver la amplitud de las cosas, alejarse lo suficiente para que el ruido se vuelva sólo un murmullo lejano.
La figal de San Martín es un testigo mudo de mil escenas de la vida familiar, ya estaba allí cuando todos llegamos y allí sigue aunque muchos ya no estén. Me dejé las rodillas intentando escalarla de pequeña pero ahora me limito a zarandear las ramas cuando llegan estas fechas, recogiendo los figos miguelinos de septiembre.
Estas semanas se han publicado muchas recetas con higos, Salomé en su repaso por las favoritas de la semana, da cuenta en su Bloc de recetas de algunas de ellas. Yo llego un poco tarde, y como estoy probando con las mermeladas me decidí a llenar unos cuantos tarros. Así que esta primera receta será sólo de la mermelada y una propuesta de dulce rápido como postre o como desayuno acompañada de queso fresco y unas nueces. Me habían hablado mucho de un queso fresco de la marca del Hacendado 0% graso, lo probé y ahora siempre tengo un tarro en la nevera. En los próximos días colgaré una propuesta salada y otra dulce con la mermelada de higos.
Para la mermelada.
- 1 Kg. de pulpa de higos maduros.
- 400 gr. de azúcar.
- jugo de medio limón.
Colocamos en una cacerola capas de pulpa y azúcar y regamos con el jugo de limón. Hacemos a fuego vivo hasta conseguir el punto de mermelada (casi dos horas) y removiendo con una cuchara de madera. Envasamos en tarros esterilizados (seguí el mismo proceso que con la mermelada de arándanos).
Yo también recuerdo la figal de la casa de mis primas, y los atracones de higos, me encantan. Ahora tienen una mis padres y es lo mismo. Hice un par de tarros de mermelada la semana pasada, que rica está, ¿verdad?.
ResponderEliminarNo sabes la de higos que he recogido este año, también he hecho la mermelada y cada día me gusta más. Se la añado a todo y tiene un sabor tan especial que le va bien a lo dulce y a lo salado. Tu postre se ve exquisito. Un beso.
ResponderEliminarMe encantan los higos... yo los pongo mucho con el confit de pato y unto galletas, y me lo tomo a cucharadas!!!
ResponderEliminarSon una delicia, y tu plato una maravilla ;)
Che buona questa mermellata. Peccato non averla potuta fare quest'anno!
ResponderEliminarYo he hecho una mermelada de higos y creo que el paso que lleva no durará mucho, besos
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