Il n'oubliera jamais la saveur muette de cette première soupe, avalée sans coeur, alors qu'il vient de débarquer, qu'au-dehors il fait si froid, et qu'au-dehors, ce n'est pas son pays, c'est un pays étrange et étranger, et qui le restera toujours pour lui, malgré le temps qui passera, malgré la distance toujours plus grande entre les souvenirs et le présent.
El señor Linh jamás olvidará la sopa que templó el frío de llegar a una tierra nueva y desconocida. No reconoció ninguno de los sabores que le eran familiares, aquella sopa fue solo la constatación de que todo lo que vendría a partir de ese momento sería parte de una nueva vida.
Ingredientes (para 4 raciones):
La soupe est comme l'air de la ville qu'il a respiré en descendat de bateau. Elle n'a pas vraiment d'odeur, pas vraiment de goût. Il n'y reconnaît rien. Il n'y trouve pas le délicieux picotement de la citronnelle., la doceur de la coriandre fraîche, la suavité des tripes cuites. La soupe entre dans sa bouche et dans son corps, et c'est soudai tout l'inconnu de sa vie nouvelle qui vient en lui.
La petite fille de Monsieur Linh. Philippe Claudel.
El señor Linh jamás olvidará la sopa que templó el frío de llegar a una tierra nueva y desconocida. No reconoció ninguno de los sabores que le eran familiares, aquella sopa fue solo la constatación de que todo lo que vendría a partir de ese momento sería parte de una nueva vida.
- 500 gr. de almejas.
- 3 patatas medianas.
- 2 dientes de ajo.
- 2 guindillas (cada cual en función de sus gustos, la combinación del picante con las alemjas a mí me encanta)
- 1 vaso de vino blanco (en mi caso Albariño).
- perejil fresco.
- aceite.
En la olla ponemos las patatas peladas y troceadas, la rama limpia de apio y unas ramitas de perejil. Cubrimos de agua, salamos y cocemos todo. Retiramos la rama de apio y el perejil. En un vaso batidor trituramos las patatas con el agua dándole la textura de crema muy fina, no se trata de un puré de patata ni de una sopa acuosa por eso vamos añadiendo el caldo poco a poco hasta conseguir el punto que deseamos.
En una sartén con un fondo de aceite de oliva doramos los dientes enteros de ajo y las guindillas. Cuando empiece a dorar el ajo añadimos las almejas, el vaso de vino blanco y tapamos poniendo el fuego al máximo para que abran nuestras almejas y suelten los jugos. Son poquísimos minutos, abiertas las almejas las retiramos del fuego, sacamos los moluscos desechamos los dientes de ajo y las guindillas y conservamos los jugos.
Añadimos el caldo de las almejas a la crema de patata y volvemos a activar el vaso batidor, esos jugos que soltaron las almejas, el aceite con el ajo, el vino y el picante de las guindillas serán los que le den el toque de sabor a la sopa.
Para el aceite de perejil mezclamos con ayuda de la batidora aceite de oliva virgen y un puñado de perejil
Servimos poniendo un fondo de la crema, colocamos unas almejas y decoramos con aceite de perejil.
Añadimos el caldo de las almejas a la crema de patata y volvemos a activar el vaso batidor, esos jugos que soltaron las almejas, el aceite con el ajo, el vino y el picante de las guindillas serán los que le den el toque de sabor a la sopa.
Para el aceite de perejil mezclamos con ayuda de la batidora aceite de oliva virgen y un puñado de perejil
Servimos poniendo un fondo de la crema, colocamos unas almejas y decoramos con aceite de perejil.
Yo no tomo sopas jamás, pero tanto mi marido como el peque las adoran, y los bivalvos les chiflan, otra de las cosas que yo no como ;)
ResponderEliminarUn clásico deluxe!
Una sopa fantástica y La nieta del Señor Linh uno de los libros con más sentimiento que he leído en los últimos tiempos. De esas lecturas que una recuerda con auténtico deleite, (el mismo deleite que se ha de experimentar con esa sopa).
ResponderEliminarMagnifique cette soupe , sa donne envie de manger!
ResponderEliminarBisous
Impresionante, me gusta mucho esta receta aunque yo como Isabel no soy nada de sopas ni cremas, mi marido se pirria, bsss
ResponderEliminarQue bonito el libro de que hablas. Me encanto, es muy especial!
ResponderEliminarEn cuanto a la sopa.... que quieres que te diga: Perfecta y para los días que ya empiezan a despuntar, apetecen de verdad.
Simplemente deliciosa se ve esa sopa. Ese color blanco la hace aún mas apetecible. Me quedo imaginando su sabor hasta que decida hacerla porque me encanta. Para mí también picante , le da un toque oriental que me gusta. Besos
ResponderEliminarDelicadeza, elegancia y sabor!
ResponderEliminarBesos.
Una sopa de lujo!!!!!el toque picante le debe ir estupendo. Ahora que ya empieza a venir el otoño, es de lo más apetecible!!!!besos
ResponderEliminarCon esto del verano, de las vacaciones... hacia tiempo que no visitaba tu blog. Me he quedado boquiabierto con esa sopa blanca de almejas. ¡Perfecta!
ResponderEliminarAdoro las sopas y esta me gusta a rabiar, tan blanca, tan bien presentada, tan apetitosa, un placer!
ResponderEliminarUn beso
Anda, no conocía este plato. Tiene un aspecto increíble. Ya me la he guardado para hacérsela a alguien que yo me sé, le va a encantar... ;) La haré y por supuesto, te lo contaré ;) Un abrazo
ResponderEliminarEs que hace años tomé una crema de patata ahumada que me encantó y dándole vueltas se me ocurrió esto, aunque seguramente a alguien más se le habrá ocurrido antes. Me pareció tan sencilla de hacer y tan resultona...
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