El vino para el bacalao ha de ser un blanco no en demasía seco, pero graduado. Incluso es posible un blanco que tire a dulzura lenta y suavemente. En mi país gallego puede beberse un treixadura fresco. No recuerdo ahora mismo qué aristócrata portugués, acaso un duque de Palmela, tomaba las croquetas de bacalao con un Porto "aloirado meio dôçe". El bacalao se lo merece todo, y a nadie puede sorprender que Riudelot cite un almuerzo en el que entraban filetes de bacalao al champán... Confiemos en que las modas no logren derrotar en las grandes mesas el sabroso, perfecto bacalao.
La cocina cristiana de Occidente, Álvaro Cunqueiro.
Elogio de la amistad, compartir unos vinos, algo de picar...
Los pimientos del piquillo rellenos son un plato que se podría sumar a las propuestas "viejunas" del Comidista. En mi caso, fueron durante una época un picoteo de acompañamiento para unos vinos improvisados con amigos, se empezaba con unas copas, un poco de queso, algo de embutido y estos pimientos. Cuando los hacía solía congelar unas raciones y tiraba de ellos en caso de emergencias. Para ligar el relleno unas cucharadas de velouté (nada de litros de bechamel), lo justo para que se amalgame bien el relleno y le de un poco de consistencia.
Ingredientes:
- una lata o bote de pimientos del piquillo.
- un diente de ajo.
- una cebolla mediana.
- dos puñados migas de bacalao previamente desaladas (una noche a remojo)
- 9 langostinos blancos.
Para la velouté:
- las cabezas y pieles de los langostinos.
- una rama de perejil.
- un diente de ajo.
- unos granos de pimienta negra.
- agua.
- 1 cucharada sopera de harina.
Ponemos a dorar en unas cucharadas de aceite un diente de ajo cortado muy menudo y la cebolla bien picada. Cuando empiece a ponerse transparente añadimos los langostinos pelados y cortados en trozos pequeños. Desmenuzamos las migas de bacalao, bien escurridas, y las añadimos a la sartén. Rehogamos todo para que mezclen bien los sabores y reservamos.
Ponemos en un cazo con agua las colas, pieles y cabezas de los langostinos, los granos de pimienta negra, el perejil, el diente de ajo y un poco de sal. Llevamos a ebullición y retiramos del fuego. Colamos y reservamos.
Rehogamos en un cazo una cucharada sopera de harina y vamos añadiendo el caldo recién hecho sin dejar de remover con unas varillas hasta conseguir la textura deseada.
Añadimos unas cucharadas de la velouté al relleno de pescado.
Rellenamos los pimientos, los pasamos por harina y huevo y freímos unos segundos por cada lado. Amí me gustan así, rebozados muy poco y pasados por la sartén, hace que queden como en salsa y les dan un poco de consistencia. Pero también se pueden calentar la horno unos minutos sin necesidad de rebozado y sartén. Al gusto.
Abrimos una botella de vino, cortamos un poco de queso y de embutidos y dejamos que nos den las mil hablando de lo humano y lo divino...
Elogio de la amistad, compartir unos vinos, algo de picar...
Los pimientos del piquillo rellenos son un plato que se podría sumar a las propuestas "viejunas" del Comidista. En mi caso, fueron durante una época un picoteo de acompañamiento para unos vinos improvisados con amigos, se empezaba con unas copas, un poco de queso, algo de embutido y estos pimientos. Cuando los hacía solía congelar unas raciones y tiraba de ellos en caso de emergencias. Para ligar el relleno unas cucharadas de velouté (nada de litros de bechamel), lo justo para que se amalgame bien el relleno y le de un poco de consistencia.
Ingredientes:
- una lata o bote de pimientos del piquillo.
- un diente de ajo.
- una cebolla mediana.
- dos puñados migas de bacalao previamente desaladas (una noche a remojo)
- 9 langostinos blancos.
Para la velouté:
- las cabezas y pieles de los langostinos.
- una rama de perejil.
- un diente de ajo.
- unos granos de pimienta negra.
- agua.
- 1 cucharada sopera de harina.
Ponemos a dorar en unas cucharadas de aceite un diente de ajo cortado muy menudo y la cebolla bien picada. Cuando empiece a ponerse transparente añadimos los langostinos pelados y cortados en trozos pequeños. Desmenuzamos las migas de bacalao, bien escurridas, y las añadimos a la sartén. Rehogamos todo para que mezclen bien los sabores y reservamos.
Ponemos en un cazo con agua las colas, pieles y cabezas de los langostinos, los granos de pimienta negra, el perejil, el diente de ajo y un poco de sal. Llevamos a ebullición y retiramos del fuego. Colamos y reservamos.
Rehogamos en un cazo una cucharada sopera de harina y vamos añadiendo el caldo recién hecho sin dejar de remover con unas varillas hasta conseguir la textura deseada.
Añadimos unas cucharadas de la velouté al relleno de pescado.
Rellenamos los pimientos, los pasamos por harina y huevo y freímos unos segundos por cada lado. Amí me gustan así, rebozados muy poco y pasados por la sartén, hace que queden como en salsa y les dan un poco de consistencia. Pero también se pueden calentar la horno unos minutos sin necesidad de rebozado y sartén. Al gusto.
Abrimos una botella de vino, cortamos un poco de queso y de embutidos y dejamos que nos den las mil hablando de lo humano y lo divino...
Es que, es tan humano hablar de lo divino, tanto...como divino hablar de lo humano. Puedo imaginarme esos embutidos, con los piquillos, el vino y lo más importante, los amigos. Humano y divino ¿O quizás es divino y humano?
ResponderEliminarCurioso que no les pongas salsa. Mi madre hace una con tomate y nata y un poco de pulpa de choricero que es para chuparse los dedos
ResponderEliminarCon este relleno son impresionantes.
Me encantan
Me gustan todos los ingredientes!!!tengo bacalao me faltan los pimientos, me la llevo!:)) Bss
ResponderEliminarMe encantan tb. sin salsa y entonces los rebozo como croquetas; con bacalao divinos.
ResponderEliminarUn plato que me encanta desde siempre. El bacalao siempre ha ocupado un lugar de privilegio en casa. Se ven buenísimos con ese relleno!!!. Besos
ResponderEliminarComo me gustan los piquillos rellenos, te han quedado de lujo. Besos!
ResponderEliminarAna de: 5 sentidos en la cocina
uy..uy ..uy..que maravilla!!
ResponderEliminarme encanta y te los copio ..pero ya..
absolutamente de acuerdo contigo..nada de bechamel..
por eso me gustan tanto..
no es que no me guste la bechamel..pero aqui no..creo que le restaria sabor al conjunto..
muchos besos
Estos pimientos me los comía yo, aunque no me guste el bacalao (lo confieso :) ). Tienen una pinta genial y las fotos son preciosas!!
ResponderEliminarBesicos.
Me apunto lo de la velouté! Es cierto que los pimientos de piquillo rellenos de lo que sea siempre chorrean bechamel, esto no desde luego, se ven de lo más tentadores. Besos
ResponderEliminarSon una delicia y las fotos un placer para los sentidos.Me encanta esa olla con sabor vintage...
ResponderEliminarNo soy de bacalao, pero he de reconocer que se ven super apetecibles!!!!
ResponderEliminarCon lo que gustan en casa los pimientos rellenos... y tengo todos los ingredientes... ¡no te digo más! La semana que viene los hago. ¡Gracias guapa!
ResponderEliminaruna ricetta molto particolare e gustosa!mi gusta molto
ResponderEliminarHola, el muñequito es un cortapastas que también marca la carita y los botones ;)
ResponderEliminarBesicos!!
Soy fan de los pimientos rellenos de bacalao, y estos se ven de lujo!!!me apunto tu receta!!!! vaya pinta!!!!
ResponderEliminarMe encantan! Yo los acompaño con ese albariño que tú sabes...
ResponderEliminar