Joan Perucho ha escrito un delicioso libro, Historia del café. "Licor amado por el poeta, que faltó a Virgilio y que Voltaire adoró". Partiendo de la etimología que da Corominas - el turco kahve, que viene a su vez del árabe qahwa, que también significa vino-, y aludiendo a que quizás Helena servía café a Telémaco, pues la Odisea nos enseña que la hermosísima recibía de la egipcia Plydama una planta maravillosa que "alejaba del corazón la tristeza, la ira y hacía olvidar" (...)
En Italia el café entró por dos caminos: el que bajaba de Viena (...) y el del mar, que señoreaba Venecia. Los venecianos fueron quienes verdaderamente enseñaron a Europa a tomar café. Cuatro condiciones establecieron los vénetos: "dulce como el amor, puro como un ángel, negro como el demonio y caliente como el infierno".
La cocina cristiana de Occidente, Álvaro Cunqueiro.
Me gusta el café, cargado y muy caliente. Creo que no podemos competir con italianos y portugueses, su café es riquísimo y cuidan su elaboración. El café me gusta hasta en los postres, un toque fuerte e incluso amargo para compensar el dulzor de las sobremesas; así que pensé en estas galletas de cappuccino con chocolate, es algo así como pedirse ración doble de lo que te gusta.
Ingredientes:
- 200 gr. de harina de repostería.
- 60 gr. de mantequilla.
- 50 gr. de azúcar.
- 1 huevo.
- 1 sobre de café cappuccino soluble.
- 1 cucharada sopera de agua.
- chocolate fundido.
En un recipiente mezclamos el azúcar con la mantequilla pomada, cuando estén integrados añadimos el huevo y mezclamos. En una taza, vertemos el contenido del sobre de café soluble, añadimos una cucharada sopera de agua muy caliente y mezclamos para conseguir una crema de cappuccino. La vertemos sobre la masa y mezclamos bien. Es el momento de añadir la harina tamizada y amasar. Extendemos la masa y con un cortapastas modelamos.
Metemos en el horno precalentado a 180º hasta que cojan algo de color, unos 15 minutos dependiendo del grosor y tamaño de nuestras pastas.
Metemos en el horno precalentado a 180º hasta que cojan algo de color, unos 15 minutos dependiendo del grosor y tamaño de nuestras pastas.
Fundimos el chocolate y lo utilizamos para unir las dos pastas.
Llevo un tiempo probando diferentes mantequillas en las galletas y bollería, ya os contaré.
Llevo un tiempo probando diferentes mantequillas en las galletas y bollería, ya os contaré.
me en-can-ta!! receta impresa... no te digo mas!! tenia yo ganas de encontrar unas pastas que me dijeran... imprimemeeee!!
ResponderEliminarpor fin! una delicia, y el post... mas que delicioso!! enhorabuana guapa! un besazo! ;-)
La combinación de café con chocolate es mi perdición, a mi me gusta el amor más dulce que es café, no demasiado negro y templadito como un abrazo:):)
ResponderEliminarUnas pastas estupendas que voy a probar rápidamente!
Es curioso, yo odio el café, hace que no tomo uno desde el último examen de la carrera, creo ;)
ResponderEliminarPero los postres con café me encantan, el tiramisú es una locura para mí, y estas pastas una maravilla...
A mí también me encanta él café y claro, el chocolate...mi suegra las hace iguales pero con mermelada de fresa y las llama semáforos...muchos comí yo en esta vida...qué ricas!!!
ResponderEliminarTienen un aspecto increible y me atraen mucho sus ingredientes.Probaré tus deliciosas galletas...
ResponderEliminarTus recetas son siempre geniales!! Estas pastas tienen que estar deliciosas, la foto preciosa :)
ResponderEliminarBesicos!
¡Hola, hola! Con esto de los blogs no sé nunca si comentar en mi propia entrada o ir al blog del otro a contestar. El caso es que me repetiré, lo siento, pero es por si no lees el otro mensaje. Sobre la harina para la pasta fresca, utilizamos una normalita, marca blanca, de las que no indican que sean para nada especial. De verdad que quedó muy rica (de hecho repetimos).
ResponderEliminarPor otro lado, ¡me encantan tus pastas! No puedo vivir sin el café ni sin el chocolate, así que tu receta es una mezcla perfecta para no tener que renunciar a ninguna de mis pasiones. ¡Y qué bonitas se ven en la foto!
A mi también me gusta el café! seguro que preparar estas pastas seria un acierto!
ResponderEliminarQue cosa más rica, me parece una idea buenísima para darle un toque distinto al relleno de los semáforos, me lo apunto que seguro que en casa nos encantan.
ResponderEliminarYo al igual que Isabel tampoco me gusta el café pero en postres me chifla. Probaré estas galletas.
ResponderEliminarBicos.